divendres, 5 de juny del 2009

Els periodistes de Castelló defenen la seua feina



Més de 30 periodistes i professionals de la comunicació de Castelló han mostrat este matí el seu malestar per la situació que patixen als mitjans de comunicació. Els acomiadaments, 72 en la província des que va començar la crisi, i la precarietat laboral són els problemes que més afecten a la professió, el que pot desembocar en una pèrdua de llibertat i de qualitat democràtica a la nostra societat.

Lo que nos cuentan los medios

Imaginen ustedes un mundo sin periódicos, ni radios, ni televisiones. Viviríamos más tranquilos y menos crispados, dirán algunos, sin saber que, aunque a veces los medios no nos cuenten todo lo que querríamos saber ni todo lo que lo que los periodistas querríamos contar, los medios de comunicación son esenciales para formarnos como ciudadanos.

Imaginen no conocer la evolución de las cifras del paro, las iniciativas aprobadas en los plenos municipales o autonómicos, los cierres de empresas, las imputaciones judiciales de quienes nos gobiernan, los cambios en los equipos ministeriales.

Imaginen una sociedad sin crítica, en la que ustedes no pudieran denunciar públicamente, a través de los medios, que las empresas en las que trabajan van a someter a la plantilla a este o al otro expediente de regulación.

Imaginen, por último, que son periodistas y que los medios en los que trabajan impiden publicar cualquier información sobre la crisis de la prensa. Imaginen no poder contar a nadie cómo, poco a poco, sus compañeros van abandonando las redacciones, ni cómo se van reduciendo unos salarios que ya de por sí son indignos.

Imaginen dejar un periódico a las diez de la noche sin poder revelar que se ha despedido a colaboradores que han trabajado años y años sin contratos laborales y que, por tanto, no tienen derecho a paro ni a indemnización. Y que después se multiplica el trabajo porque hay menos empleados y los diarios tienen que salir al día siguiente.

Afortunadamente vivimos en un mundo con periódicos, radios y televisiones. Pero quienes trabajamos en ellos, quienes los elaboramos, nos vemos obligados a acallar nuestras voces y, si es que toca, a transmitir la de ustedes.

Desde que empezó la crisis, sólo en la provincia de Castelló se ha despedido a 72 periodistas.